El impuesto sobre la renta (ISR) es un impuesto que se aplica a los ingresos adquiridos en el año fiscal. Con excepción de aquellos ingresos heredados u obtenidos a través de donaciones, prestaciones, cajas de ahorro o viáticos. Por lo tanto, se trata de un impuesto directo, pues grava directamente las fuentes de riqueza. A diferencia de aquellos impuestos indirectos, que gravan el consumo, tales como: el IVA y el IEPS.
El impuesto sobre la renta se aplica tanto a personas físicas como a personas morales. Todas las personas que residan en México deben pagarlo, pero también aquellas que residan en el extranjero y perciban ingresos de fuentes de riqueza en México.
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Para entender mejor quienes deben pagar el ISR, veamos que dice la Ley del Impuesto sobre la Renta. En su artículo 1 establece que deben pagar el impuesto sobre la renta:
- Residentes en México sin importar “la ubicación de la fuente de riqueza de donde procedan sus ingresos”.
- Residentes en el extranjero, si perciben ingresos por un establecimiento permanente en México.
- Residentes en el extranjero que perciban ingresos de fuentes de riqueza en México, aunque no tengan establecimientos permanentes.
A todos los ingresos se les pueden restar las deducciones aprobadas por ley. Por lo tanto, es sobre la cantidad restante que se deberá calcular el ISR. Por otra parte, aunque el pago del ISR es anual, en algunos casos se deben realizar pagos mensuales provisionales.
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Los ingresos para el ISR, con algunas excepciones nombradas anteriormente, son todo aquellos que incremente el patrimonio de los contribuyentes. Como, por ejemplo:
- Salarios percibidos por servicio subordinado.
- Actividades profesionales.
- Arrendamiento o uso de bienes inmuebles.
- Intereses obtenidos.
- Premios obtenidos.
- Enajenación (venta) de bienes
El monto a pagar del ISR no es estándar, puede variar del 1.9 por ciento al 30 por ciento. Esto depende de factores como su nivel de ingresos o el régimen fiscal en el que se encuentre tributando.