
Una de las formas de adquirir un inmueble es a través de un juicio de prescripción positiva. Una opción para aquellas personas que poseen el derecho de posesión de un inmueble y quieren convertirse en sus propietarios.
Aunque una persona pueda tener el derecho de posesión de una casa, no significa que sea su dueño. Y, por lo tanto, no se puede disponer del inmueble a su antojo. Por ejemplo, actividades como rentarla o venderla estarán fuera de sus facultades.
Sin embargo, existen varias formas de convertir el derecho de posesión de un inmueble en un derecho de propiedad. Además de las formas convencionales, como comprar el inmueble o recibirlo como herencia, también existe el juicio de prescripción positiva. Con el cual, puedes obtener la propiedad de un inmueble mediante su posesión en una cantidad de tiempo determinado.
Además, debes cumplir ciertos requisitos sobre cómo debe ser la posesión:
Así como existen requisitos, también hay restricciones. No se trata de una forma de apoderarse de un inmueble que pertenece a otra persona a la fuerza.
La prescripción existe para legalizar la situación de personas que siendo solo poseedoras de un inmueble han actuado como dueños. Y, en consecuencia, buscan regularizar su situación para poder ejercer los derechos que solo el propietario tiene. Como, por ejemplo, arrendar o vender la propiedad.
Iniciando un juicio de Prescripción Positiva, una persona puede aspirar a convertirse en el dueño de un inmueble que ocupa. Siempre y cuando, demuestre haber ocupado la propiedad por un periodo continuo que va de 5 a 10 años. Y que, además, el propietario legal del inmueble no reclame su derecho.
Si el inmueble pertenecía a un familiar fallecido que no dejó testamento, el procedimiento que aplica es la sucesión intestamentaría.